Mas sabe el diablo...

El dia de los muertos

La otra noche fue una noche triste. Cada cierto tiempo y sin saber bien bien por que, llega el dia de recordar a nuestros muertos. Parece como si en el periodo de tiempo anterior, hubiesemos estado llenando un recipiente con toda la pena, todo el dolor que hemos ido filtrando de los recuerdos para convertirlos en aceptables y reconfortantes. Entonces llega un momento en que esta lleno y debemos vaciarlo. Y afloran todos los sentimientos amargos, todos los reproches, todas las culpas. Esos son momentos muy muy duros. Toda la pena acumulada de tantos dias. Sin un instante alegre que permita un respiro. Es bueno poder tener a alguien cerca en esos momentos. No porque te ayuden, porque son cosas que ni necesitas ni quieres compartir con nadie, sino porque al decirlas las dejas salir. Son conversaciones en que esta permitido decir cualquier cosa, y la persona que te acompañe debe estar dispuesta a aguantar cualquier barbaridad, porque no existe el disimulo, no existen miramientos... solo quieres sacarlo de dentro como sea, y si se lo tienes que cargar a alguien a cuestas, lo haces. No existe la razon. Es una borrachera de sentimientos negativos. Por la mañana, todo lo dicho sera olvidado. Nada de lo que paso esa noche sera real. Nada sera recordado. Todo sera borrado del mundo, y solo sabras que existio por la resaca. Resaca en forma de gratitud cuando al despertar recibes un abrazo, y al mirar esos ojos no hay rencor, no hay dolor. Nadie habra estado nunca tan cerca de tu alma. Del ser irracional que llevas dentro que solo desea sobrevivir a costa de lo que sea. No lo dudes, quien sea capaz de soportar esos momentos tuyos, y conseguir que al dia siguiente no te averguences de ti mismo, es la persona que te querra siempre. Que no se te escape.